La conducta del vecino de Lazkao Emilio Gutiérrez, que el pasado martes, y tras una concentración de protesta por el atentado perpetrado con ocho kilos de explosivo contra la sede socialista de la localidad guipuzcoana, optó por dirigirse a la taberna batasuna rompiendo su puerta y parte de su mobiliario, ha sido objeto del reproche que merece cualquier arrebato violento, pero también de una cierta condescendencia ante la lógica indignación que expresó tan desacertadamente. [+ información]
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