Le conocen como Crazy Horst, es un aficionado al aeromodelismo residente en Marburgo (Alemania) y, sobre todo, un tipo con reflejos y con imaginación.
Todas las imágenes han sido captadas desde una micro-cámara de vídeo que el aeroplano lleva adosada en el morro y se han grabado en las más insólitas localizaciones. Desde tierra subido a la torre de una iglesia, desde una barca en el estanque, metido en un carromato, desde un globo aerostático…la pericia que demuestra este “caballo loco” del radiocontrol para hacer pasar su avión por cualquier resquicio dejará anonadado a más de uno.
Pero también es humano, así que además muestra cómo más de una vez (y más de dos) ha tenido que ponerse hielo en esa mano o, lo más difícil para él, se ha visto obligado a recoger su modelo hecho algunos cachitos después de un mal cálculo de la distancia. Cuando no ha tenido que bajar directamente al río a rescatarlo del agua después de un amerizaje de emergencia.
Fuente: http://www.cookingideas.es/
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